jueves, 26 de marzo de 2015

El materialismo. ¿Pasa el tiempo por el tiempo?



¡Todo es temporal! Eso han dicho muchos filósofos, poetas y, hoy en día, la totalidad (o casi) de los científicos. El Universo entero –dicen muchos físicos— es un proceso temporal que comenzó hace unos 13.000 millones de años. Todo nace, se desarrolla y acaba deshaciéndose en ese proceso universal que es el tiempo… ¿Pero puede ser TODO temporal? ¿Lo pensamos?...

Si todo lo existente fuese temporal, el tiempo sería ilimitado, infinito, pues ¿qué límite habría que no fuese también temporal? Los físicos no tienen respuesta a esta pregunta. Algunos afirman que, sencillamente, antes de comenzar el tiempo no hay ningún “antes”, porque no hay tiempo, luego (como todo es tiempo) antes del tiempo "no hay nada", y de la nada, ¡plof!, brota el tiempo, como un milagro…

Además, si todo fuese tiempo, ¿qué distinguiría un instante de otro? ¿podría el tiempo dividirse a sí mismo? Imposible. Luego si todo fuese tiempo no habría más que un único instante eterno que jamás dejaría de “pasar”, luego no “pasaría” nada, no habría “pasado”, ni futuro, ni… Tiempo…

Pero aún hay otra consecuencia, más estrafalaria aún, de la idea de que todo es tiempo. Si todo lo que existe es temporal, y el tiempo también existe, el tiempo también habrá de ser, él mismo, “temporal”. ¿Pero puede ser que por el propio tiempo pase el tiempo?... No parece que sea eso lo que ocurra. El propio tiempo no es temporal. Al menos, ninguna de sus partes lo es: todas las horas son la misma, jamás cambian, entre las dos y las tres quizás hayan pasado muchas cosas, pero no el tiempo, pues una hora es idéntica a otra (la hora tres no es está más vieja y estropeada que la hora dos). Pensemos ahora en fechas: ¿Alguna cambia alguna vez? ¿Por el 12 de octubre de 1942 o por la fecha de tu cumpleaños pasa el tiempo? No: la fecha de tu cumple es siempre la misma, no envejece jamás. De hecho, ninguno de los instantes de nuestra vida es temporal, pues siempre vivimos en el presente, ¿no?... Por supuesto, tampoco pasa el tiempo por lo que sea el tiempo (el tiempo es tiempo siempre), ni por las leyes del tiempo... Entonces, ¿cómo va a ser todo tiempo, si el propio tiempo es ajeno a lo temporal?

Ahora bien, si el tiempo no es lógicamente posible, ¿cómo es que lo percibimos?...Aunque, la verdad, eso de que lo percibimos...¿Alguien ha visto alguna vez al tiempo? ¿Alguien podría capturar el instante presente e introducirlo en una probeta para observarlo? ¿Podríamos capturar o ver el pasado –que ya no es—o el futuro –que todavía no existe—?...



Pensadlo: ¿Qué es el tiempo? ¿Es algo real? Pero pensadlo sin prisa, tomaos vuestro tiempo…

Por cierto, os recomiendo que consultéis la interesante y enigmática entrada de mi colega bloguero juanantonio: cavernisofia: ¿Es real el Tiempo?

martes, 24 de marzo de 2015

El materialismo ¿Qué espacio ocupa el espacio?



¿Qué es el espacio? Para el materialista el espacio es una realidad física (según él, lo que no es físico o material no es real). Además, si el espacio no fuera una realidad física, ¿cómo iban a estar en él las cosas física? Ahora bien, toda realidad física ocupa espacio (no conozco ningún materialista que acepte que algo exista sin estar en algún sitio), luego si el espacio es una realidad física también el espacio ocupará espacio. ¿Pero qué espacio ocuparía el espacio? (¿Y qué espacio ocuparía el espacio ocupado por el espacio?...) ¿No es esto absurdo?

Dicho de otro modo (más elegante): si el espacio contiene todo lo real: ¿no tendría que contenerse a sí mismo, siendo él, como es, una realidad más?...

Por otro lado, si el espacio es algo físico, tendrá cierta densidad, cantidad de materia, etc. Siendo así, ¿cómo caben las cosas en él? ----¡Pues tal y como cabe mi mano en el agua o en el aire --podría decir alguien--, dado que el agua o el aire son realidades físicas menos densas que mi mano!
¿Pero qué es lo que hace que una realidad física sea menos densa? Tendría que existir una realidad que no fuera física (el vacío o lo que sea) para mezclarse con lo físico y hacerlo menos denso (igual que haría falta otro color distinto al rojo para hacer un rojo más claro) ¿Pero cómo podría haber una realidad no física si (según el materialista) todo lo real es físico?

Bueno -diría un materialista un poco más flexible-, tal vez el espacio no sea físico, o tal vez esté hecho de otro tipo de realidad física, diferente a la de las cosas que contiene. ¿Pero es esto posible? Si no fuera físico, o fuera de otro tipo de realidad física (¿podría haber otro tipo de realidad “física”, siendo también “física”?), ¿cómo podría contener (o relacionarse de algún otro modo) con las cosas físicas?

En fin, no parece que esto del espacio sea algo muy lógico. ¡Pero aún así existe -dirá la mayoría de la gente-, porque es innegable que tenemos experiencia de él!... ¿Pero es esto cierto? ¿Qué experiencia directa tenemos del espacio? ¿Alguien lo ha visto o tocado? ¿Dónde y cómo?


¿Has pensado alguna vez que es el espacio, de qué está hecho? ¿Qué crees que dicen los físicos al respecto? ¿Dicen algo con sentido? ¿Y tú? ¿Cómo creer entonces en el espacio que supuestamente ocupamos? Pero si no hay algo así como el espacio, ¿dónde estamos, si es que estamos en algún sitio? ¿Serías capaz de responder a todo esto sin volverte loco?...

El materialismo. ¿Cuántas cosas hay?


El materialismo es la teoría filosófica que afirma la realidad es el mundo físico que nos presentan los sentidos y que es descrito por las ciencias naturales. Según esta teoría la realidad es extensa (las cosas tienen cuerpo, dimensiones, etc.), plural (la realidad está compuesta de muchas cosas), espacial (las cosas ocupan espacio), temporal (aparecen, envejecen, desaparecen etc.) y cambiante (se transforman, cambian de posición, etc.)... ¿Es todo esto cierto?

Imaginemos que la realidad fuese plural, es decir, que en ella hubiese MUCHAS COSAS diferentes una de otras. ¿Qué separaría entonces una cosa de otra? Otra cosa, claro. ¿Y esta otra cosa de las anteriores? Otra. Y así hasta el infinito. Luego lo que separaría una cosa de otra sería algo infinito: un límite ilimitado. ¡Qué contradicción! ¿O no?

¿No pasa esto mismo con los números? (Los números, por cierto, son como el “nombre” de las cosas en cuanto a su pluralidad o cantidad). Se supone que el 3, por ejemplo, se separa del 1 gracias a que el 2 está por en medio. Pero a su vez, el 3 se separa del 2 gracias al 2.5, y se separa del 2.5 gracias al 2.75... Y así hasta el infinito. El límite entre los números es ilimitado. Los propios números son finitos (el dos “está” entre el 1 y el 3) e infinitos (entre el 1 y el 3 hay infinitos números)...

Además, si las cosas fueran así de infinitas habrían de ser infinitamente diferentes unas de otras. Pero entonces, ¿cómo iban a tener nada en común? (Por ejemplo: ¿tendrían en común el "ser cosas”, o el ser todas ellas “diferentes”? ¿Tendrían siquiera algo en común consigo mismas, o serían también, cada una de ellas, diferente de sí misma?)... Ahora bien, si tuvieran algo en común (por ejemplo, el ser todas ellas "cosas físicas") tendríamos que imaginar “algo” que estuviera en todas ellas, siendo siempre lo mismo, pero ¿qué podría ser este extraño elemento que puede estar en tantos sitios a la vez (como Dios)? ¿Podría ser algo material o físico?...

¿Cuántas cosas hay: muchas, una sola, o ninguna? ¿Qué crees tú? ¿Y cómo podrías justificar tu respuesta sin caer en contradicción?

jueves, 19 de marzo de 2015

¿Van las neuronas en bicicleta? El problema mente-cerebro.


Hay una vieja polémica en la filosofía y en la ciencia acerca de lo que llamamos "fenómenos mentales" (sensaciones, emociones, deseos, sueños, imágenes, ideas...). Algunos (quizás la mayoría) piensan que todos estos fenómenos ocurren en el cerebro y son, por tanto, de carácter físico-químico o material. Otros afirman que tales fenómenos no pueden explicarse totalmente en términos cerebrales, por lo que opinan que hay algo así como una "mente" distinta al cerebro que es "dónde" ocurren las sensaciones, emociones, etc.  ¿Quién tiene razón? 

Podemos empezar por una pregunta muy sencilla (de plantear, no de responder): ¿dónde "están" las cosas que imaginamos? Suponed que cerráis los ojos e imagináis un objeto rojo, por ejemplo, una bicicleta. ¿No es cierto que la "veis" (con todo el detalle que queráis si os concentráis un poco)? La pregunta es: ¿Dónde está esa bicicleta roja que estáis viendo? No está ahí, frente a vosotros, como un objeto físico, pues la estáis imaginando. ¿Estará en el cerebro? Si así fuera, algo en nuestro cerebro debería ponerse rojo y adoptar la forma de bicicleta, ¿no? ¿Ocurre eso? ¿O más bien el cerebro permanece del mismo color gris de siempre y las neuronas, aunque corran de un lado a otro, siguen haciéndolo sin usar bicicletas? Ahora bien, si tampoco está en el cerebro, ¿dónde "están" entonces cosas que imaginamos? En la mente (dirá alguien), que no es ni el mundo físico frente a nosotros, ni el cerebro físico que tenemos detrás de la frente. Vale. Pero entonces la pregunta infinitamente misteriosa es: ¿Qué es y "dónde" está la mente? ¿Cómo puede existir algo que no esté ni en el mundo físico ni en el cerebro? ¿Dónde está entonces? ¿Puede "estar" en algún sitio si no es una "cosa física"? ¿Es una especie de fantasma o qué? ¡¡Pero como vamos a creer en fantasmas con la edad que tenemos!!... 

No sé. ¿Cómo arreglamos este asunto? ¿Qué dice tu mente o tu cerebro al respecto..?

Si quieres pensarlo otra vez, pulsa aquí y escucha nuestro programa de radio sobre este asunto.

El materialismo. ¿Se puede dividir infinitamente la materia?


El materialismo es la teoría filosófica que afirma la realidad es el mundo físico que nos presentan los sentidos y que es descrito por las ciencias naturales. Según esta teoría, la realidad es extensa (las cosas tienen cuerpo, dimensiones, etc.), plural (la realidad está compuesta de muchas cosas), espacial (las cosas ocupan espacio), temporal (aparecen, envejecen, desaparecen etc.) y cambiante (se transforman, cambian de posición, etc.)... ¿Es todo esto cierto?

Supongamos que la realidad, como quiere el materialista, es corpórea y extensa, es decir, tiene superficie y dimensiones (por muy pequeñas que sean). Si así fuera podríamos dividirla una y otra vez, pues los trocitos que obtuviéramos en cada división serían también extensos y, por lo mismo, divisibles de nuevo. ¿Tendríamos acaso alguna razón lógica para pensar que alguno de estos trocitos fuera indivisible?

Ahora bien, si cada trocito de una cosa se puede dividir hasta el infinito, es que dicha cosa tiene infinitas partes y, en ese caso, ¿no será ella misma infinita? Tiene que serlo. Pero a la vez, tiene que ser finita, pues una cosa infinita y sin límites, ¿qué cosa es? ¿Cómo la delimitaríamos o definiríamos separándola de las demás, si ella misma carece de límites o fines?...


Además, si cada cosa es infinita, ¿habría más de una cosa? Imposible: una sola cosa lo "ocuparía" todo, puesto que un infinito carece realmente de límites. De otro lado, si esa sola cosa contiene infinitas partes, ¿no tendrán que ser diferentes unas de otras (si fueran idénticas no serían mas que una)? Pero si todas las infinitas partes de algo son diferentes de las demás, nada en la cosa es igual a nada, la cosa sería infinitamente diferente de si misma, carecería de identidad, luego no sería ni siquiera una cosa...

Finalmente, si la materia es divisible, y no hay más que materia (como reza el materialista), ¿con qué dividiríamos a la materia? ¿Puede la materia dividirse a sí misma? ¿Cómo? Imaginaos que alguien propusiera el mantequillismo, teoría según la cual todo es mantequilla. Y suponed que el mantequillista añadiera que hay muchas cosas distintas. ¿Sería esto posible? ¿Qué mantecosa cosa podría distinguir unas cosas de otras? ¿Podríamos cortar la mantequilla con un cuchillo hecho de la misma mantequilla que cortamos?...

Absurdo, ¿no?... Y sin embargo parece posible. En el siguiente vídeo podéis ver a los físicos preparándose para hacer colisionar partículas pequeñisimas, y descubrir, así, las partes aún más pequeñas que estas partículas contienen (Ya sabéis: los científicos no se fían del todo de la lógica, tienen que ver --o experimentar-- las cosas para creerlas).




¿Qué piensas tú al respecto? ¿Pueden existir los cuerpos o es absurdo pensar tal cosa? ¿Es divisible la materia hasta el infinito o podemos confiar en hallar una párticula última indivisible a partir de la cual se componga todo?

martes, 10 de marzo de 2015

Filósofos de la materia y filósofos de la forma




Los filósofos han venido notando, desde hace tiempo, que a las cosas les pasa algo muy raro. Imaginaos, por ejemplo, una mesa. De un lado, la mesa es un objeto material, que ocupa un espacio, y que como todo lo material se puede dividir en partes; además, todas las partes de la mesa (sus átomos y partículas elementales) están moviéndose constantemente, por lo que la mesa entera está sujeta al tiempo (cambia, envejece cada día, etc.)… Ahora bien: si la mesa cambia toda ella a cada instante, ¿cómo es que la reconocemos, de un instante a otro, como la “misma” mesa? Raro, ¿no? Además, siempre la captamos como “una” mesa, como un “todo”, aunque en el fondo en ella no hay unidad ninguna: la mesa no es más que partes separables una y otra vez en otras partes. Para más confusión, resulta que, aun siendo un objeto espacial, la mesa sigue siendo ella misma aunque la cambiemos de sitio (como si el espacio no la afectara del todo)… ¡Madre mía con la mesa!... Los filósofos han intentado arreglar este problema suponiendo que las mesas (bueno, los objetos, y los animales y las personas y casi todo lo demás) tienen como dos lados o aspectos. De un lado son MATERIA (cuerpos extendidos en el espacio, divisibles, sujetos al cambio y al tiempo). Pero, de otro lado, parecen tener una FORMA o estructura que, a diferencia de la materia ha de ser INCORPÓREA, INDIVISIBLE, INVARIABLE Y ATEMPORAL. Sin esta forma, dicen, las cosas carecerían de identidad, no podrían ser “una mesa”, “Madrid”, “Juan Pérez”, ni nada…

Ahora bien. ¿Cómo va a existir algo –como la Forma— incorpóreo como un fantasma, carente de espacio y ajeno al tiempo, como si estuviera en otro mundo distinto al Universo físico?... Increíble, ¿no? Por eso, algunos filósofos niegan la existencia de la forma: las cosas (y las personas y todo lo demás) son únicamente materia. A estos filósofos se les llama materialistas (nosotros les llamaremos, con más precisión, INMANENTISTAS).
Sin embargo, a otros filósofos (bastante más raros) lo que les parece increíble es que exista la materia. ¿Cómo va a existir –dicen— algo divisible hasta el infinito y que está siempre cambiando? ¡No podría ser nada, se disolvería a cada instante! Por eso, a estos filósofos lo que les parece real es la forma. Les suelen llamar idealistas o platónicos (nosotros les llamaremos TRASCENDENTALISTAS)…



Entre estos dos extremos está todo el juego de la filosofía: los filósofos de la materia y los filósofos de la forma, los filósofos que defienden que la única realidad es esta "caverna" (el mundo que vemos), y los que defienden que la verdadera realidad está fuera de la "caverna", en un mundo distinto al que ahora vemos… ¿Cuál de estos dos tipos de filósofo estará más cerca de la verdad?

PRUEBA A PENSARLO TÚ.

1. ¿Te parece creíble que existan cosas que no ocupan ningún espacio ni están sujetas al paso del tiempo? ¿Por qué?
2. Imagina algo que estuviese siempre cambiando y que pudiera dividirse indefinidamente. ¿Puedes hacerlo? ¿Podría haber algo así? 

viernes, 6 de marzo de 2015

¿Quién es más real: Cervantes o Don Quijote?



¿Quién es más fundamentalmente real: Cervantes o Don Quijote? ¿Quién depende de quién? Unos dirán que Cervantes es más real ¡Claro, porque sin Cervantes no hubiera existido Don Quijote! ¿No?.. ¿Pero por qué no pensar que Don Quijote sea el más real? Al fin y al cabo Don Quijote es un personaje mucho más determinante e influyente que su oscuro autor. Casi podríamos decir que  Cervantes “existe” aún hoy gracias al Quijote. Además, si Cervantes no hubiera escrito el Quijote, ¿no podría haberlo hecho otro? ¿Es el Quijote una invención o un descubrimiento? (En "Pierre Menard, autor del Quijote", un cuento de Borges, se narra el caso de un escritor que, sin copiarlo, escribe de nuevo el Quijote, así, porque "le sale igual").


Veamos otro caso: ¿qué es más real: Darwin o las leyes de la evolución natural? De nuevo, unos dirán que Darwin es más real que sus leyes. Pero otros podrían decir justo lo contrario: que las leyes evolutivas son más reales que Darwin, pues tales leyes no sólo explican el hecho de la existencia de Darwin y su descubrimiento, sino, más aún, causan o determinan realmente que tales hechos (Darwin y sus descubrimientos) existan...

Pensemos un momento en este caso. ¿Qué es la evolución? La evolución es como un “mecanismo” generador de hechos y seres orgánicos. Ahora bien: ¿es un hecho orgánico o simplemente físico ella misma? Si lo fuera tendría que evolucionar o cambiar (como evolucionan o cambian los hechos físicos), y ocupar un espacio y tiempo concretos (como pasa con los hechos físicos). Pero esto no es verdad. La evolución no evoluciona ni cambia (siempre es descrita por las mismas leyes invariables). Ni ocupa un espacio y tiempo concretos, sino muchos a la vez (tantos como lugares y momentos en los que hay un ser vivo evolucionando o cambiando) sin que cambie en nada (en todos ellos es la misma y es explicada por las mismas leyes).
Por eso, si la evolución no es un hecho biológico ni físico, tiene que ser otra cosa. Algo así como lo que da cierta “forma” fija a los cambiantes hechos biológicos... Ahora bien, si esto fuera cierto ocurriría algo rarísimo, habría como dos tipos de realidades: los hechos (las cosas que pasan en el espacio y el tiempo), y "eso" que da forma a los hechos y que no ocurre en ningún lugar ni momento concreto (gracias a lo cual puede dar la misma forma a multitud de hechos físicos en distintos lugares y momentos). La evolución (y la ley que la describe) sería, así, algo tan incorpóreo como Don Quijote, pero desde luego no por eso algo irreal (todo lo contrario, de la evolución depende la existencia de muchísimas cosas que llamamos reales)...


¿Quiere todo esto decir que hay realidades (como la evolución o Don Quijote) que existen fuera del espacio y el tiempo? ¿Hay un mundo distinto a este que vemos en el que “revolotean” la evolución y sus leyes, o los Quijotes, a la espera de que algún Darwin o Cervantes los descubra? ¿Qué mundo de hadas o fantasmas sería ese?...

 ¿Qué PIENSAS TÚ? Intenta pensar en estas dos cuestiones, y a ver qué se te ocurre:
1. ¿Qué es más real, Mozart o la música que dejo compuesta? ¿Por qué?
2. ¿Qué es más real, Charles Darwin o la Teoría de la evolución? ¿Qué o quién depende de qué o quién?

miércoles, 4 de marzo de 2015

¿Cómo es que la ciencia carece de fundamento científico?


La ciencia puede explicar muchas cosas, pero ni puede explicarse a sí misma, ni puede explicar aquello en lo que se apoya para explicar todo lo que explica. La razón es que ni la ciencia misma ni sus fundamentos son de la misma naturaleza que los objetos estudiados por el científico. Dicho de otro modo: la física, por ejemplo, no puede explicarse a sí misma porque la propia física no es un fenómeno físico (ni la biología un evento biológico, ni la psicología un mero producto de la mente, ni la historia algo simplemente histórico...) 

Veamos esto con más detalle. Las ciencias tienen como objeto de estudio a la naturaleza (las ciencia naturales) o a la cultura (las ciencias humanas); pero para tratar su objeto han de emplear reglas lógicas y  criterios epistemológicos (que informen acerca de cómo debe ser el conocimiento científico). Deben asumir también presupuestos ontológicos (acerca de cómo debe ser la realidad para poder ser explicada o descrita por la ciencia). Y tienen, por último, que partir de ciertas nociones "primitivas"  correspondientes a cada una de las ciencias (por ejemplo, la noción de energía, los físicos; la noción de organismo, los biólogos; la noción de mente o individuo los psicólogos, las nociones de tiempo y de cultura los historiadores, etc.). Ahora bien: ¿cuántas de estas reglas, criterios, presupuestos ontológicos y nociones "primitivas" son explicables por la misma ciencia que los usa y aplica? Respuesta: ninguno; ni puede explicarlos ni podrá jamás (y en esa imposibilidad radica su propia condición de ciencia particular).

De entrada, ninguna ciencia particular puede explicar las reglas lógicas con las que opera el científico cuando razona. Por la simple razón de que tales reglas no son cosas físicas, biológicas, psicológicas, lingüísticas ni históricas. Si lo fueran perderían su entidad y validez como reglas. Si la lógica, por ejemplo, fuera un evento físico (de carácter cerebral quizás), estaría sujeta a condiciones particulares y espacio-temporales, con lo que las propias leyes lógicas podrían cambiar a cada momento (no valdrían como leyes), y, por su particularidad, carecerían de la trascendencia o generalidad necesaria para poder ser aplicadas, a la vez, a todo proceso de razonamiento particular. De modo semejante las reglas o criterios del conocimiento científico, si pretenden ser válidos y útiles, no pueden ser parte de aquello mismo que se conoce correctamente en virtud de ellos (¿Bajo qué reglas sería legítimo el conocimiento de esas mismas reglas? ¿Es científicamente demostrable el modo científico de demostrar?). Exactamente igual con respecto a los supuestos ontológicos. Ningún físico, por ejemplo, puede demostrar física o experimentalmente que la realidad es física (de entrada no lo son las propias leyes físicas, ni las nociones teóricas que el físico emplea). Ni matemático alguno puede demostrar matemáticamente que el mundo es matemático (ni responder matemáticamente a cuestiones acerca de la naturaleza de los números o de la matemática misma). Ni el historiador demostrar que todo lo humano está sujeto a la historia (esto mismo que dice no podría estarlo, por ejemplo). Etc. Por último, las nociones más primitivas de cada campo científico (energía, organismo, mente, tiempo, número, etc.) son imposibles de definir en el propio contexto científico en que se usan (justo por eso se les llama "primitivas": no hay, por ejemplo, ninguna otra noción física lógicamente anterior para poder definir con ella lo que sea la "energía" sin incurrir en circularidad).

Pero la ciencia no solo es incapaz de explicar científicamente sus fundamentos (lógicos, epistémicos, ontológicos, axiomáticos), sino también a sí misma. La física (por ejemplo) no es un objeto físico. Nada de lo que encontremos en un tratado de física es físico. Las leyes físicas no podrían ser objetos o sucesos particulares (si a la vez determinan la generalidad de los sucesos). Sería absurdo pensar que la ley de la gravedad pesa, o que el espacio ocupa algún espacio, o que el propio tiempo es temporal, o la velocidad veloz, o que la ley de la evolución muta y evoluciona según las pautas inmutables que ella misma establece. Lo mismo con el resto de las ciencias. Las leyes de la historia que pretende descubrir el historiador no pueden ser también históricas (y cambiar históricamente a la vez que se mantienen como las leyes que explican su propio cambio). Ni las leyes del psicólogo  podrían ser fenómenos psicológicos particulares y cambiantes a la vez que se sostienen como explicación universal e inmutable de esos mismos fenómenos y cambios...

En suma, podríamos decir que cada ciencia es como un “foco” que alumbrara cierta parte de la realidad, pero que, a su vez, fuera incapaz de enfocarse a sí mismo: a sus propios "engranajes" o fundamentos, a aquello mismo que genera su luz... Ahora bien: si la ciencia no puede ocuparse científicamente ni de sus propios fundamentos ni de sí misma, tendríamos que pensar en algún saber más fundamental que se ocupe de esto (un foco de focos). Según algunos, este saber (o proyecto de saber) es la filosofía, aunque eso abre la puerta muchas otras preguntas...




1. Según algunos filósofos (y científicos) la ciencia es un saber “prefilosófico”. Pero según otros muchos filósofos y científicos, es la filosofía la que representa un saber “precientífico”. ¿Qué crees que significa esto último? ¿Cuál de estas dos posturas crees que es más defendida en la actualidad? ¿Podrías hacer de “abogado defensor” de la última de ellas?
2. ¿En qué sentido crees que podría la filosofía ocuparse del “fundamento” de las ciencias?
3. ¿No le ocurrirá a la filosofía lo mismo que a la ciencia: que dependa de reglas, métodos e ideas fundamentales que carezcan de justificación filosófica?