viernes, 27 de febrero de 2015

La caja donde todo encaja.. La filosofía como saber universal



Imagina que la realidad es tu cuarto o casa llena de chismes tirados por todos lados después de una gran explosión (de alegría, no hay que dramatizar). Como no se puede vivir en tal desorden, decidimos ordenar la realidad...

Llega, por ejemplo, el físico, muy enérgico, con un montón de cajas y dice: pues yo voy a ordenar los chismes físicos, y sin pensarlo dos veces empieza. Todas las cosas --dice-- que tengan masa, carga eléctrica, volumen, etc., a la caja de las “partículas y sus compuestos”. Y todos esos fenómenos tan raros que ocurren entre las cosas (como que se atraigan, se repelan, etc) a la caja de las “fuerzas”. Y además –añade— voy a meter todas esas cajas en una caja aún más grande: la caja de los “fenómenos energéticos”...

Ahora llega el biólogo, muy animado, y dice (también sin pensarlo mucho, la verdad): pues yo voy a ordenar los chismes vivos. A esos pequeños que andan revoloteando por ahí los meteré en la caja de los “mosquitos”. Y a aquellos grandes y grises en la caja de los “ratones”. Y ambas cajas las meteré luego en la caja de los “animales”. Y esta caja, junto a aquella otra en la que he ido metiendo el musgo de las paredes y las flores del jardín, la meteré en la gran caja, claro está, de “los seres vivos”...

Ahora aparece el psicólogo, muy mentalizado con su tarea, y dice: pues yo voy a ordenar un poco lo que hacen y tienen en la cabeza estos chismes tan aparatosos que son los seres humanos. A ver, aquellas conductas (ver, oír...) a la caja de las “percepciones”. Aquellas otras (tener miedo, estar contento) a la de las “emociones”.... Y todas esas cajas a la caja de las “conductas y fenómenos mentales”...

Luego, el matemático, calculando lo que va a hacer (un poco mecánicamente, sí), dice: pues yo voy a contar y medir bien todo lo que hay, y meteré mis cuentas en la caja de las “cantidades” y mis mediciones en la caja de las “figuras y proporciones”. Y ambas, en la caja de los “aspectos matemáticos del mundo”...

No hace falta seguir. Detrás del matemático vinieron muchos más: el geólogo, el astrónomo, el sociólogo, el historiador, el lingüista... Y cada uno fue metiendo “sus” chismes en las cajas que traía...Al final, todo el piso estuvo lleno de cajas enormes, cada una con su etiqueta.

[Por cierto, un asunto importante del cuento es este: las cajas que digo no son de cartón ni de madera, claro (tal como las metáforas no están hechas de tinta ni de píxeles). Las cajas están hechas de definiciones, leyes, fórmulas, conceptos... Por ejemplo: la caja de las fuerzas que trajo el físico está hecha de la ley de la gravedad, las leyes electromagnéticas, etc. La caja de “los seres vivos”, que trajo el biólogo, está hecha de la ley de la evolución, las leyes genéticas, la definición de ser vivo, etc. La caja de las emociones (una de las del psicólogo) está compuesta de ciertas definiciones y "leyes" acerca de las emociones. Y la caja de las cantidades del matemático (también llamada “aritmética”), de conceptos, leyes y fórmulas acerca de los números...]
 

... Y en estas estábamos, cuando llegó el filósofo, pensativo y (en un estilo entre místico e incomprensible) dijo: ¿pero mira cómo tenéis el piso? ¿Cómo podéis soportar este desorden de cajas? Por un lado la caja de los fenómenos energéticos, por otro la caja de las conductas y fenómenos mentales, por otro la caja de las cantidades... Esto hay que arreglarlo. Voy a intentar meter todas esas cajas en una caja común. Es decir, voy a intentar comprender todos esas definiciones, leyes, fórmulas y conceptos distintos bajo ideas aún más unitarias. A ver si descubro la caja donde todo encaja... Por que, al fin y al cabo, la realidad y la verdad han se ser, al final, solo una, ¿no?




1. ¿Por qué decimos que la filosofía es un saber “universal” y las ciencias saberes “particulares”?
2. ¿Qué etiqueta tendría que tener la "caja de las cajas" que se propone construir el filósofo? ¿De qué estaría hecha esta "caja"?
3. ¿Tiene sentido un saber universal, como dice el filósofo, o es mejor que haya un montón de saberes cada vez más especializados? ¿Qué crees que se valora más en nuestra sociedad: la especialización o un conocimiento “universal”? ¿Por qué?










jueves, 19 de febrero de 2015

¿Son lógicas las matemáticas?


Suele decirse que la filosofía es un modo de conocimiento puramente racional o lógico. Las cosas de las que habla el filósofo son tan abstractas que no cabe verlas o comprobarlas con experimentos científicos. Esto distingue a la filosofía de las ciencias empíricas (aquellas que hacen experimentos para probar sus teorías). ¿Pero qué distingue a la filosofía de otras ciencias, como las matemáticas, que también parecen ser puramente lógicas?...

... Las diferencias son muchas. Por ejemplo: la matemática solo trata de aspectos de la realidad que se puede contar y medir, y la filosofía de aspectos que, en ocasiones, carecen de extensión (no se pueden medir) e incluso de partes sucesivas (no se pueden contar)... Pero hay otra diferencia quizás más fundamental: la filosofía no acepta ninguna idea que carezca de lógica, pero las ideas fundamentales de las matemáticas parecen, en cambio, imposibles de demostrar con la lógica.

Pensemos en la idea de número (la idea fundamental de la aritmética). ¿Puede haber más de un número, por ejemplo, dos? El dos son dos unidades (dos “unos”), pero estas unidades son idénticas (1=1), luego no pueden ser dos, para que fueran dos tendrían que ser diferentes una de otra (o, más bien, una de una). De otro lado entre el uno y el dos hay un número ilimitado de números, pero ¿cómo puede estar lo ilimitado limitado entre el uno y el dos? 

Con la otra idea básica de las matemáticas, la idea de espacio (fundamental en la geometría), ocurre exactamente lo mismo. Imaginemos un espacio pequeñito, tal como el segmento AB; esta línea es una sucesión de muchos puntos todos idénticos; pero ¿si son idénticos como pueden ser muchos? (sólo cabría distinguirlos por el espacio que ocupan, pero justamente el espacio es lo que se trata de definir). De otro lado, entre un punto y otro de esa línea ha de haber siempre otro punto, con lo cual la línea AB sería a la vez finita e infinita. Finalmente, si los puntos matemáticos son inextensos (no tienen cuerpo), su dimensión espacial es cero; pero ¿cómo puede tener longitud una línea compuesta de puntos cada uno de ellos de cero longitud?...



¿Son pues, lógicas, las ideas fundamentales de las matemáticas? ¿Es la matemática un saber tan lógico como parecía? ¿Qué os parece (lógicamente hablando)?

domingo, 15 de febrero de 2015

Las falacias y los sesgos cognitivos.

Muy en general, las falacias (también llamadas "sofismas") son argumentos que parecen correctos sin serlo. Uno puede cometer falacias sin darse cuenta, o intencionadamente, con objeto de hacer aparecer como aceptable una opinión que no lo es. En el saber común abundan los argumentos falaces, y también en el discurso de los medios de comunicación o el de los políticos. Es muy importante reconocerlas, para que así no nos lleven a engaño. Las falacias pueden ser formales o informales, aunque aquí no hemos tenido en cuenta esta diferencia. Además de falacias, muchas veces cometemos errores psicológicos (y no intencionados) al intentar comprender y explicarnos algo; son los llamados "sesgos cognitivos", a los que dedicamos el último enlace. Que os aproveche.


FALACIA AD HOMINEM.
Se trata de atacar a la persona que argumenta, en lugar de a su argumento. Si desacredito a mi oponente parece que desacredito, a la vez, sus argumentos.
Ejemplos: Mariano no puede tener un opinión certera sobre el aborto, porque es de derechas.// ¿Pero usted como va a poder explicarnos lo que es la crisis, si es un corrupto? // Este es un radical de izquierdas, así que imagina lo que puede decir...

FALACIA TU QUOQUE
Se trata de descalificar el argumento de una persona, no demostrando que es falso, sino acusándola de estar concernida por aquello que se juzga o por cualquier otra cosa.
Ejemplos: No se debe llegar tarde. ¡Tú también llegas tarde! // Tienes que organizarte mejor el trabajo. ¡Y tú tu casa, que la tienes siempre hecha un desastre! // Te portaste injustamente con ese alumno. ¡Siempre será mejor que maltratar a tu propia mujer!



"ENVENENAR EL POZO"
Es otra variante de la falacia "ad hominem". Consiste en presentar al interlocutor (antes de que empiece su argumento) como alguien poco digno de crédito.
Ejemplos: ¡Vamos ahora a ver lo que tiene que decirnos este ex-convicto! // Como todos sabéis, nuestro oponente en este debate ha estado a sueldo, durante años, de un gobierno tiránico, y tiene amigos acusados de terrorismo // El alumno que va a venir a hablar a la evaluación siempre ha sido un chico problemático, hace años lo expulsaron del instituto...

  FALACIA AD BACULUM. 
En lugar de argumentar, se apela, más o menos veladamente, a la fuerza.
Ejemplos: No se puede replicar al profesor. ¿Por qué? Porque tú 
quieres seguir estudiando en este centro, ¿no? // Mira Laura, necesitas este empleo y yo una secretaria cariñosa, así que es fácil que nos entendamos. // Tu viuda y tus huérfanos no entenderán que desaproveches esta propuesta tan ventajosa que te hacemos...

FALACIA AD VERECUNDIAM (O ARGUMENTO DE AUTORIDAD)
En lugar de argumentar, se invoca la autoridad o prestigio de una persona o institución.
Ejemplos: El café es malo para los enfermos de asma. ¿Por qué? Lo dijo un médico por la televisión.// La raíz cuadrada de dos es un número irracional, porque así lo dijo el gran matemático Euclides // Como dijo el gran maestro Li-Wang-Chi, no desafies la autoridad de los grandes maestros, pues ellos saben y tú no...


Tira de Mafalda, por Quino.

APELACIÓN A LA TRADICIÓN (O A LA NOVEDAD).
Se presupone que una opinión, juicio o práctica es aceptable porque siempre ha sido así (es una tradición). O porque es nueva. Sin dar ningún argumento.
Ejemplos: Las mujeres no pueden participar en la procesión. ¿Por qué? Porque siempre ha sido así, es la tradición. // ¿Te parece bien que la fiesta consista en acosar durante horas a un toro hasta matarlo a lanzadas? Pues sí, se hace desde hace siglos, es nuestra costumbre.// Debe comprar este detergente. ¿Por qué? Es nuevo. // Es un gran artista. ¿Por qué? Su obra es totalmente novedosa...

FALACIA AD POPULUM (DEMAGOGÍA, POPULISMO. APELACIÓN A LA MAYORÍA)
Se defiende una opinión no con razones, sino apelando a las ideas, creencias y emociones de la gente, o bien a la presunta autoridad de la mayoría.
Ejemplos: Hay que impedir que entren más inmigrantes; ¡son extranjeros! ¡Y nos roban el trabajo y el pan de nuestros hijos! // Las ideas políticas de este partido son peligrosas; sus dirigentes van mucho a Venezuela, un país donde se mata a la gente, son amigos de tirititeros que defienden a los terroristas de ETA...// La cadena perpetua debe implantarse en nuestro país, así lo quiere la mayoría de la gente, según indican las encuestas...



FALACIA AD MISERICORDIAM
En lugar de argumentar, se apela a la piedad para lograr apoyo.
Ejemplo: Sé que he suspendido todos los exámenes, pero si no apruebo me retirarán la beca, y como mi madre está enferma, tendré que trabajar todo el día, y abandonar los estudios para siempre... ¡Usted tiene que dejarme aprobar!


FALACIA AD IGNORANTIAM
Se defiende una opinión con el argumento de que la contraria es imposible de demostrar.
Ejemplos: Como no se puede demostrar que no exista vida extraterrestre, entonces ha de existir vida extraterrestre. // Como no puedes demostrar que Dios existe, entonces Dios no existe...

"EL QUE CALLA, OTORGA"
De la misma familia que la anterior falacia. Se defiende una opinión con el argumento falaz de que nadie replica o se queja de ella.
Ejemplos: Todas las trabajadoras de mi fábrica están contentas con su trabajo; hasta la fecha ninguna se ha quejado. // Todos los alumnos estaban de acuerdo con lo que decía; ninguno dijo que no lo estuviera.

FALACIA DE LA CAUSA FALSA
Se afirma que A es causa de B, cuando lo único probado es que A ocurre antes que B. La concurrencia de A y B puede explicarse de muchos modos, y no solo suponiendo que A es causa de B (puede ser causalidad, o que haya una causa oculta que cause tanto A como B, etc., etc.)
Ejemplos: Desde que gobernamos, la economía ha mejorado; por lo tanto, nuestro gobierno es la causa de que la economía mejore.// Muchos consumidores de cannabis tienen problemas psiquiátricos; por lo tanto, el cannabis es causa de problemas psiquiátricos...


TOMAR LA PARTE POR EL TODO (FALACIA DE COMPOSICIÓN).
Se pretende probar una opinión o juicio sobre una totalidad, a partir del juicio, más o menos probado, que tenemos sobre una o más partes.
Ejemplos: Todos los políticos son unos corruptos; ayer demostraron que varios diputados de varios partidos habían defraudado a hacienda.// Los miembros del equipo del atletismo son los mejores del mundo, por lo tanto, tenemos el mejor equipo del mundo.



TOMAR EL TODO POR LA PARTE (FALACIA DE DIVISIÓN)
Se pretende probar que una opinión o juicio sobre algo es válida, a partir del juicio, más o menos probado, sobre la totalidad de la que forma parte.
Ejemplos: Su familia es muy rara; por tanto él es raro. // El guacamole es sabroso; por lo tanto, sus ingredientes también han de serlo.// La renta per capita de España es superior a la de Ecuador; por lo tanto, cualquier español es más rico que un ecuatoriano.

USO EQUÍVOCO DE LAS PALABRAS.
Se pretende argumentar dando significados distintos a una misma palabra.
Ejemplos: Los varones y las mujeres no son física y emocionalmente iguales, por tanto no deben obedecer leyes iguales.// Estudiar es un rollo. ¡Pues yo me lo he pasado divinamente estudiando a los egipcios antiguos! Bueno, pero eso no es realmente estudiar. // La muerte es el fin de la vida, por tanto, toda vida ha de tener como fin la muerte.

FALACIA GENÉTICA
Se pretende fundamentar el juicio sobre algo apelando a los orígenes o algún estado anterior de ese algo.
Ejemplos: El interés por lo oculto fue lo que llevó a Isaac Newton a la teoría de la gravedad, por tanto cualquier persona que crea en la gravedad es un seguidor del ocultismo. // Sus teorías filosóficas son muy sospechosas; de joven estuvo afiliado al partido nazi...

NON SEQUITUR.
Argumento en el que la conclusión no se sigue lógicamente (necesariamente) de las premisas. En ocasiones, no tiene ni siquiera relación. En general, podríamos decir que casi todas las falacias son un caso de "non sequitur".
Ejemplos: Soy tu padre, luego tengo razón. // Anoche estuve enfermo, luego tienes que repetirme el examen.

"CORTINA DE HUMO"
Se intenta desviar la argumentación hacia algún asunto distinto, especialmente si este es polémico o atractivo para los interlocutores o la audiencia.
Ejemplos: Ud. puede decir que la pena de muerte es un medio ineficaz para prevenir el crimen, pero... ¿Y las víctimas del crimen? ¿Cómo piensa Ud. que se sienten los familiares de las víctimas al ver que el hombre que asesino a su hijo es mantenido en prisión a costa de ellos? // Sí, se me olvido limpiar la casa. ¡Pero nada de lo que hago te pone contento! 


DOBLE ESTÁNDAR (DOBLE MORAL. HIPOCRESÍA).

Se aplica un doble "rasero" o criterio a la hora de enjuiciar argumentos según quien sea el que los defienda.
Ejemplos: Tu argumento sobre el aborto no puede ser bueno, porque no eres mujer, y no puedes entender lo que significa abortar. // Es lícito que yo llegue tarde a clase, o que tenga mi móvil conectado en el aula, porque yo soy el profesor.

"HOMBRE DE PAJA"

Se ponen en boca del contricante afirmaciones que no son suyas (pero parecidas a las suyas, tal como una caricatura de las mismas) y fácilmente atacables, para generar la ilusión de que se le "vence".
Ejemplos: Hay que procurar que los medios de comunicación no estén en manos de una sola empresa. Ud. lo que quiere es cerrar periódicos, una típica medida de regímenes tiránicos... // Es razonable que sean los propios jóvenes los que decidan, con toda la información disponible, qué actitud tomar ante el consumo de drogas. Lo que ud. quiere es convertir a nuestros jóvenes en una panda de drogadictos...

DEFINICIÓN PERSUASIVA.
Se define un término clave para la argumentación de manera sesgada y buscando efectos emocionales. Ejemplos: definir "fe" como: "creencia sin pruebas en lo que está diciendo una persona que habla sin conocimiento de cosas inauditas".// Un "aborto" es "un asesinato brutal de un ser humano indefenso".

PREGUNTA COMPLEJA.
Se plantea una pregunta de forma que la persona no pueda contestarla sin asumir lo que el interrogador quiere.
Ejemplos: ¿Eres aún tan egocéntrico como solías ser? // ¿Seguirá a su conciencia, en lugar de a su cartera, y hará esta vez un donativo para la causa? // ¿Uso un arma como esta al cometer el crimen?




PETICIÓN DE PRINCIPIO (RAZONAMIENTO CIRCULAR)
Se parte como supuesto de la argumentación de "aquello" mismo que se desea demostrar.
Ejemplos: Dado que la Biblia confirma su existencia, y la Biblia no puede mentir, pues es obra divina, no hay más remedio que concluir que Dios existe. // La democracia es el mejor sistema político de entre todos los posibles; acabamos de decidirlo por votación...

AFIRMACIÓN DEL CONSECUENTE.
Se incurre en el error de asumir que, dada una relación condicional (Si A entonces B), la afirmación del consecuente (B) implica necesariamente la afirmación del antecedente (A), lo cual no es lógicamente necesario.
Ejemplos: La gente que me quiere me llama el día de mi cumpleaños; te acaban de llamar para felicitarte de la compañía de teléfonos; por tanto, en la compañía de teléfonos me quieren // Siempre que hace buen tiempo, salgo al campo; hoy salgo al campo, luego tiene que hacer buen tiempo...

NEGACIÓN DEL ANTECEDENTE.
Muy parecida a la anterior. Se asume que, dada una relación condicional (Si A entonces B), la negación del antecedente (no A) implica necesariamente la negación del consecuente (no B), lo cual no es lógicamente necesario.
Ejemplos: Siempre que nieva, hace frío. Hoy no nieva, luego no puede hacer frío.// Todos los domingos la llama por teléfono; hoy no es domingo, así que seguro que no la ha llamado.

FALSO SILOGISMO
Se presenta el argumento como si solo existieran dos opciones.
Ejemplos: O estás conmigo, o no eres mi amigo. // O apruebas los exámenes o no serás nada en la vida // O me quieres a mí, o lo quieres a él.

FALSA ANALOGÍA.
El argumento se basa en una comparación (analogía) entre dos situaciones que parecen similares pero no lo son.
Ejemplos: la economía de un país es como la de una casa; no se puede gastar más de lo que se gana. // Los estudiantes deberían poder consultar sus apuntes cuando hacen exámenes, también los médicos consultan sus libros cuando han de diagnosticar al enfermo. // Si un cuadro o un edificio tienen un autor, el universo, que es algo mucho más complejo, también ha de tener un autor.

GENERALIZACIÓN APRESURADA O ARGUMENTACIÓN MEDIANTE EJEMPLOS.
Argumento en el que se hace una generalización (o "inducción") a partir de un número insuficiente de casos, o bien a partir de datos que no son correctos o son irrelevantes para la conclusión. 
Ejemplos: Las mujeres conducen fatal; he tenido dos accidentes de tráfico en mi vida, y en los dos la culpable era una conductora.// Que fumar sea tan malo es una exageración, mira mi abuelo, con noventa años y fumando toda la vida...

SUPRIMIR PRUEBA, CITAR FUERA DE CONTEXTO.
Para demostrar una afirmación se presentan los datos o parte de las pruebas que apoyan la afirmación, ocultando los datos o pruebas que no lo hacen, o el contexto al que pertenecen esos datos.
Ejemplos: La película X es muy buena; en la crítica del periódico pone: "ha de ir a ver la película X" (en realidad en el periódico pone: "Ha de ir a ver la película X, no volverá a ver una película tan mala en siglos"). // Nuestro partido (el partido X) ganará las elecciones, lo dice la última encuesta (en realidad, la última encuesta dice: "El partido X ganará las elecciones en caso de que se confirmen los casos de corrupción de los dos partidos favoritos") // Ud. no puede gobernar, hace años dijo en una entrevista: "hay que meter en la cárcel a todo el que gane dinero" (en realidad, en la entrevista se respondía: "hay que meter en la cárcel a todo el que gane dinero y no lo declare a la hacienda en nuestro país")...

SESGO MUESTRAL
De forma intencionada o no, se preselecciona el tipo de persona que participa en una muestra, de manera que el resultado de la misma muestra algún tipo de "sesgo".
Ejemplos: Según nuestra encuesta, la mayoría votaría ahora mismo al candidato del partido X (se olvida decir que en la encuesta han participado los espectadores de ese canal, que es un canal de tendencia política X). // Según nuestro experimento, y con una muestra de 100 chicas y 100 chicos, las primeras resuelven mejor los test de inteligencia, por tanto las chicas son más inteligentes (por descuido, la muestra de chicas se seleccionó de un grupo de universitarias, y la de los chicos de un grupo que venía de ver un partido de fútbol).

SESGOS COGNITIVOS Y OTROS FORMAS ERRÓNEAS DE CONOCER.
Los psicólogos han localizado un montón de errores que cometemos, casi siempre de forma inconsciente, al intentar comprender y explicarnos alguna situación. En la entrada del enlace tenéis una excelente selección de estos errores. Conocerlos es la mejor garantía para no cometerlos.

Una vez que conoces las principales falacias, puedes hacer el siguiente EJERCICIO: INVENTA UN DIÁLOGO (O TÓMALO DE ALGÚN CASO REAL) PARA CADA FALACIA QUE QUIERAS (SOBRE TODO, LAS QUE TE PAREZCAN MÁS FRECUENTES Y "PELIGROSAS"), Y ENTRÉGALO AL PROFESOR EN CLASE. Por cada diálogo que refleje correctamente la falacia tendrás un punto (hasta 10). 

sábado, 14 de febrero de 2015

El significado del carnaval


La función y el significado de las fiestas es un tema apasionante, y ha sido tratado por historiadores, antropólogos, sociólogos y filósofos. El sentido de una celebración es siempre múltiple y complejo, como le ocurre a cualquier manifestación cultural. Pero me voy a ceñir a uno de esos sentidos, que tiene especial relación con lo político: la fiesta como una institución generadora de orden y conformidad. Veamos.

Las leyes políticas, y el orden social que instituyen, no sirven de nada si la gente no las obedece, esto es, si carecen de poder. El poder, en general, es la capacidad para generar conformidad. Una ley o institución política es poderosa si la gente se conforma con ella y la obedece.

El poder u obediencia a la ley parece que se genera de dos formas: por coacción externa, sea “positiva” (mediante premios o sobornos), o “negativa” (mediante castigos y amenazas), y por convicción interna. Prácticamente, ningún régimen político se mantiene únicamente por coacción (siempre hay gente que no se deja someter por la fuerza o el soborno, y los que lo hacen, lo hacen solo externamente). El método más eficaz es la convicción, por el que las personas se someten voluntariamente a las leyes y aceptan el orden que estas establecen, en cuanto las perciben como legítimas o justas.

Ahora bien, ¿cómo lograr convencer a la gente de que las leyes que han de obedecer son legítimas? También aquí hay varias maneras. Una, tal vez ideal, podría ser el diálogo argumentativo (supuesta una educación racional previa), pero este medio es raro, y cuando se da en la práctica, en la medida en que se dé, nunca va solo, sino acompañado de otro, aparentemente más efectivo, que podemos llamar, el de la “seducción” emocional. Es aquí donde cabe situar esa función generadora de orden que atribuimos a la fiesta.

En todas las culturas existe un sinfín de sinfín de ritos y ceremonias colectivas, también llamadas “fiestas”, una de cuyas funciones es justificar, de modo fundamentalmente emotivo e inconsciente, el orden social y político establecido. Tal como han mostrado autores como Georges Balandier, las fiestas legitiman el orden de dos modos: directamente (escenificando el orden vigente), e inversamente (a través de la celebración del desorden). Habría así, desde este punto de vista, dos tipos básicos de fiesta: las que conmemoran la institución de la ley y el orden; y las llamadas “fiestas de inversión” (como el carnaval) en la que se celebra, de modo ritual, la ruptura con la ley y el orden (para regenerar, de modo sumamente “astuto”, el orden que se subvierte). Profundicemos en estos dos tipos de fiesta.

Las "fiestas de institución del orden" son muy variadas. En unos casos se celebra el orden de modo positivo. Por ejemplo, en las fiestas de entronización (se celebra la llegada al trono del rey o gobernante), las conmemoraciones patrias (el día del patrón, la fiesta nacional, el día de la victoria), los desfiles militares, las celebraciones religiosas (las romerías, la semana santa), el homenaje a los héroes de la patria, los días en que se celebran ciertos valores (el día internacional de los derechos humanos, el día del trabajo...), o incluso ciertos acontecimientos deportivos masivos. En otros casos también se celebra el orden, pero, cabe decir, en "negativo". Por ejemplo, en las ejecuciones públicas (antaño eran días de fiesta), o en ciertas celebraciones en las que se escenifica el castigo al “enemigo” común o "chivo expiatorio" (el hereje, el traidor, el criminal...). Es común, por ejemplo, en estas fiestas, que se pasee por las calles a la figura que representa al “villano”, para que sea objeto de burla y castigo por todo el pueblo.
En cualquier caso, algo común a todas estas fiestas es el especial tono estético con el que se busca dotar de eficacia (de poder de "convicción") a la conmemoración festiva, que tiene siempre un formato teatral (ritual, simbólico) rígidamente preestablecido (en estas fiestas no hay sorpresas, todo está previsto). En todas ellas se escenifican la jerarquía social (el desfile es un buen ejemplo de esto), los valores comunes (que son sacralizados, y de los que nadie osa burlarse), los modelos morales (los héroes, santos, dioses y sus hazañas), la majestad de los poderosos, la identidad y cohesión del grupo, así como su origen mítico y trascendente (casi siempre a través de un relato en el que el Orden vence al caos enemigo). Por supuesto, también se escenifica, con la misma eficacia teatral y estética, el castigo de todo aquel que osa “salirse” del orden y atentar contra él. Lo importante es que todas estas celebraciones dan una impronta “sagrada”: estética, emotiva, misteriosamente seductora, a la estructura social, al orden y a la ley, lo cual ejerce un poder de convicción casi irresistible.
¿Cómo desobedecer al policía que desfila en traje de gala, al son de un música solemne, y entre los vítores de todos, junto a una figuración teatral del dios llevado en andas por unos compungidos penitentes?...

Ahora bien. Estas fiestas (de institución del orden) no bastan para generar toda la conformidad que se precisa para que la sociedad (la ley) funcione. Todo orden social se “monta” sobre la represión o inhibición de fuerzas muy poderosas, y que están siempre latentes en los individuos. No son solo las pulsiones sexuales, o el uso libre de la violencia (los dos “impulsos” que primariamente se “civilizan” y reprimen en toda institución social, al decir de algunos antropólogos), sino algo socialmente más peligroso aún: la tentación de la duda, la crítica, la polisemia, la acción alternativa, el cuestionamiento no ya solo del orden social vigente, sino de cualquier otro orden posible. 
William-Adolphe Bouguereau. The Youth of Bacchus. (1884)
Estas poderosas fuerzas no se pueden someter fácilmente; hay que "darles salida", y esto podría ser la función del carnaval y del resto de “fiestas de inversión”. Son muchas: las saceas babilónicas, las crónicas griegas, las saturnales romanas, las  misas de locos medievales, las fiestas de esclavos antillanos, o todas las formas conocidas del carnaval -aunque en algunos casos este esté ya tan ritualizado que cueste trabajo reconocer en él su primitiva función—. En todas estas fiestas se escenifica justo lo contrario a lo que se celebra en el resto de las fiestas. En lugar de entronizar a un rey majestuoso, se hace desfilar a un bufón o a un grotesco “rey de burlas”. En lugar del héroe se celebra a un truhan pícaro y subversivo. En vez del orden tradicional, se inaugura un orden inverso: el mendigo es el rey, el burro hace de obispo, el varón se disfraza de mujer, y cada uno de su opuesto. La música majestuosa y emotiva de la celebración institucional se torna en ritmo desenfrenado, en baile improvisado, sin más coreografía que la natural del espasmo sexual. En lugar del discurso o el relato mítico del orden vigente, se abre paso la burla, la parodia, la crítica descarnada de todo, la risa sin censura (todo se vuelve cuestionable, risible). Los himnos se trastocan en canciones burlescas, los símbolos se invierten y desacralizan. Se busca la sorpresa, la aventura, en la bacanal y en la ingesta de sustancias enervantes. 
En los verdaderos carnavales, la policía, y todo asomo de orden, desaparecen de las calles. La violencia aflora, con la misma naturalidad que el sexo... El objetivo parece claro. Permitir, por unos días, que la fiesta conduzca al desorden más absoluto y, por tanto, a la convicción de la necesidad del orden que, tras los días del carnaval, vuelve triunfante (mediante una nueva escenificación teatral) a renovar su poder sobre el caos. En esta especie de mecanismo “metabólico” del poder, la inversión simbólica del orden ha de llegar a representarse en su grado más extremo, el de lo grotesco; solo así el poder se asegura una nueva y mayor demanda de orden y un renacimiento, temporalmente purificado, del deseo de conformidad. El mensaje del poder está claro: o el caos, o Yo.


Para más información sobre esta teoría de la función política de la fiesta puedes pulsar  aquí.







jueves, 5 de febrero de 2015

El saber común. La formación de la opinión pública.

Las personas mantenemos a menudo afirmaciones que no están justificadas (ni en muchos casos son justificables) racionalmente, pero que parecen convincentes. A estas afirmaciones se les llama “opiniones” (y, a veces, “prejuicios”). Al conjunto de las opiniones y prejuicios vigentes en un grupo social se le llama “saber común”. Ejemplos de prejuicios son ideas tales como “el mal con mal se paga”, “España para los españoles”, “todos los hombres son iguales”, “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”, etc., etc. (si os buscáis un refranero hallaréis una completa lista de opiniones y prejuicios comunes). Estas ideas nos parecen convincentes bien por experiencia propia (una experiencia informal y privada, no científica), bien por generar una fuerte inclinación emotiva a su favor (porque favorezcan nuestros intereses, porque confirmen ideas en las que creemos ingenuamente, etc.), o bien por simple fe en la autoridad de ciertas personas que consideramos sabias, o en lo que “siempre se ha dicho”, es decir, en la tradición. Hoy en día, a la tradición se le han unido otras fuentes de opiniones y prejuicios, como la ciencia (o más bien, la vulgarización de la ciencia) o los medios de comunicación (la televisión, internet, etc). Así, cientos de opiniones pasan hoy por verdades racionales bajo la capa de “científicas” o por efecto de la “demagógica seducción” que pueden ejercer los medios de comunicación.

El poder de los medios de comunicación es hoy enorme. Constantemente y por todas partes producen y transmiten una ingente cantidad de “datos” y de opiniones verosímiles sobre dichos datos. A veces, en esa producción y transmisión de datos y opiniones lo que más importa no es la verdad o racionalidad de lo que se transmite, sino lograr el favor del público, pues éste es, al fin, el que ha de comprar los productos (comerciales, políticos, ideológicos) que venden los medios. Hay que añadir que una de las formas con que los medios logran que determinados datos u opiniones parezcan veraces es calificarlas de “científicos” o hacer como que lo son (como cuando se publicitan productos con lenguaje científico, que nadie entiende, pero al que todo el mundo asocia prestigio, calidad, etc.).


Un caso interesante, a este respecto, es el de los documentales falsos. Algunos creadores audiovisuales han producido documentales para TV intencionadamente falsos (uno de ellos informaba, por ejemplo, de que la llegada del hombre a la luna en 1969 había sido un montaje cinematográfico), para así demostrar que la audiencia cree como verdadera cualquier cosa que le digan siempre que se mantenga el convincente formato del documental científico



En otras ocasiones, el saber común o vulgar, se compone también de falacias o sofismas, que son afirmaciones que deben su verosimilitud a los pseudoargumentos en los que se apoyan. Sobre las falacias, que pueden ser de muchos tipos, discutiremos en la próxima entrada.






¿Piensas que la gente suele creerse todo lo que sale en la TV? Razona tu respuesta... ¿Serías capaz de idear un documental falso? ¿De qué trataría y cómo sería?... ¿Qué significa decir que algo esta “científicamente demostrado”.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Discotecas "divinas" y laboratorios mundanos. ¿Qué separa a la religión de la ciencia?


Oscuridad y luces parpadeantes, música (un "chill out" a base de órgano y voz), un olor muy especial (a incienso, claro), palabras misteriosas y poéticas (no en inglés, pero a veces en latín) que se repiten, rítmicamente, como un mantra, como un rezo... A veces (en algunas "discotecas" sagradas) un animador o varios que bailan frenéticamente, como posesos... ¿Es para entrar en trance o no?...



Los ritos religiosos parecen tener como finalidad excitar las emociones (entusiasmo, temor...), generar sensaciones impactantes (incluso visiones y fenómenos por el estilo), y, desde luego, fortalecer la fe (ese modo de creernos algo por ciega voluntad). El objetivo del ritual parece ser el de "purificar" a los fieles de su entendimiento racional, liberarlos de su razón. Porque a veces la razón (el pecado de querer saber por nuestra cuenta y riesgo) es lo que separa al hombre del Creador. Una vez purificado, el creyente está preparado para recibir a Dios y a su Verdad revelada a través de la fe, la emoción, la visión...


Cambiemos de escenario: luz abundante y clara, silencio, un olor a desinfectante, palabras para nada poéticas entre un grupo de personas que discute y consulta sus ordenadores... No es una iglesia, es un laboratorio o aula. Los científicos intentan ser objetivos en su trabajo, de lo que han de "purificarse" no es de su razón, sino justo lo contrario: de la mera fe o creencia ciega, de las emociones particulares de cada uno, de sus subjetivas visiones del mundo... El objetivo no es recibir la Verdad revelada por Dios, sino descubrir la verdad desvelándola mediante la razón...




¿Tienes claras las diferencias entre religión y ciencia (entre saber irracional o racional)? Responde, si puedes, a estas preguntas:
1. ¿En qué crees que pueden parecerse la religión y la ciencia?
2. Ambas buscan la verdad, pero no del mismo modo. ¿De qué dos modos distintos buscan la verdad la religión y la ciencia? ¿Alguno de ellos te parece más apropiado? ¿Por qué?
3. Hay científicos que son, a la vez, creyentes religiosos. ¿Cómo explicas esto?