lunes, 19 de octubre de 2015

El mito de la caverna.



Imagina, dice Platón, unos hombres prisioneros desde niños en una oscura caverna. En ella viven atados de tal modo que sólo pueden mirar hacia la pared del fondo. Detrás de ellos se encuentra un pequeño muro y detrás de él, sin que los prisioneros puedan verlos, pasan unos extraños hombres hablando entre sí y portando objetos con figuras de cosas y animales; un poco más allá de ellos hay una hoguera. La luz de la hoguera ilumina a esos extraños seres y sus objetos de manera que la sombra de tales objetos se proyecta en el fondo de la cueva. ¿Qué será el mundo (pregunta Platón) para esos cavernícolas prisioneros? Ellos creerán, sin duda, que la realidad son esas sombras, así como los ecos de las voces de los portadores... (¿No nos pasa a nosotros lo mismo? ¿No creemos habitualmente que el mundo es lo que vemos y lo que nos dicen que es?)... ¿Pero qué pasaría si liberáramos a uno de esos prisioneros? Según Platón, se quedaría asombrado al comprobar que lo que creía que era el mundo no era más que la sombra de cosas y seres que desconocía. Y si lograra salir de la cueva y ver, no objetos que figuran otras cosas, sino las mismas cosas iluminadas por el sol, se sorprendería aún más, pues comprendería que los objetos y sombras de la caverna no son sino copias de las cosas, aún más reales, que existen fuera.... De hecho, se sorprendería tanto que, al principio no se lo creería. Pensaría que todo eso nuevo que ve no es sino un sueño, y que la realidad es lo que estaba acostumbrado a ver en la cueva. Y si, más tarde, se creyera lo que ve y bajara a la cueva a contárselo a los que allí permanecen "engañados", ¿no es cierto que lo tomarían por un loco y se reirían de él?... 



Otra forma de contar el cuento es esta. Imagina que la gente fuera criada desde pequeña en una butaca de cine, de manera que solo pudiesen mirar a una pantalla en la que constantemente se proyectaran imágenes sonoras. ¿No creerían que la realidad son esas imágenes?... Pero ahora imaginad que uno de esos espectadores lograra levantarse de su asiento y, mirando tras de sí, se diera cuenta de que todo lo que veía no eran sino imágenes proyectadas por el foco luminoso de una cámara en la que unos hombres estuvieran constantemente introduciendo películas. ¿No se llevaría una enorme sorpresa y le parecería, al principio, increíble?... 
¿Y si ese espectador pudiese salir del cine y observase el mundo exterior y se percatase de que las películas del cine no son sino una copia de la realidad que ahora ve, bajo la luz del sol, no se llevaría otra tremenda sorpresa y le parecería todo lo que ve increíble?... Y si volviera al interior del cine a contarle a los otros espectadores lo que ha visto, ¿no le tomarían por un loco y se burlarían de él?...  




Podríamos hacer una tercera versión, aún más actualizada, de este famoso cuento filosófico. Imaginaos a un grupo de personas que vivieran desde su nacimiento conectados a un equipo de realidad virtual: su cabeza siempre estaría metida en un casco con visor y auriculares, y el resto cubierto con un mono especial que les transmitiría sensaciones por todo el cuerpo. 
Estarían sentados de tal modo que no pudieran quitarse ni el casco ni el mono, y serían alimentados y harían sus necesidades a través de sondas. El casco y el traje se mantendrían siempre conectado a ordenadores programados para reproducir un vídeo juego (siempre el mismo) muy complejo. ¿Qué creéis que sería la “realidad” para estas personas? Seguramente pensarían que no hay otro mundo más que el de ese vídeo juego. Pero ahora imaginaos que a una de esas personas le quitásemos el casco y el traje, y le hiciéramos levantarse de su asiento. ¿Qué creéis que pasaría? Se daría cuenta, asombrada, que la realidad en la que creía vivir no era la “de verdad”, sino más bien una sucesión de imágenes, sonidos y estímulos eléctricos generados por un programa de ordenador. Es más, podría seguir investigando, y descubriría que esos programas reproducían o imitaban cosas y ruidos de un mundo que jamás había visto ni oído antes... Pero más aún, si intentase convencer a los que están acostumbrados a su realidad virtual de todo lo que ha descubierto, e intentase quitarles el casco y los guantes, ¿no podrían pensar que está loco y quiere atacarles, en lugar de hacerle caso?...


Pues bien, según Platón, la mayoría de los hombres viven como esas personas que hemos imaginado (en una caverna, en un cine, en un mundo virtual). Creen que el mundo es lo que ven y oyen (también lo que oyen que les dicen sobre él -en esa caverna, película o realidad virtual podría haber incluso un profesor de filosofía que les contase todo esto en unas clases o a través de un libro—), sin plantearse nada más. Y solo algunos (los filósofos) son capaces de “liberarse” de ese mundo ficticio (que sería como el mundo cotidiano en que vivimos) e iniciar una investigación para descubrir en qué consiste la verdadera realidad.




 Observa lo que sucede en alguna de estas dos películas: Matrix y El Show de Truman, y busca los paralelismos entre sus argumentos y el mito de la caverna. ¿Por qué crees que en todas ellas el protagonista descubre el "engaño"? ¿Cómo sabemos que a nosotros no nos ocurre lo mismo? ¿Serías capaz, por último, de crear una nueva versión del mito de Platón inventada por tí?



7 comentarios:

  1. El mundo es una conspiración tridimensional en la que el ser supremo Thultrofokix (traducido a nuestro humilde castellano directamente interpretando los caracteres sonoros) nos domina a través de sucios juegos y pruebas que entretienen a su población mientras se ve sometida a su tiranía, somos un simple juego de ordenador al que hacen creer que es único y superior a todo nuestro entorno recreado por complejas bases de datos biológicas que generan todo nuestro mundo su televisión es en 4 dimensiones ni si quiera podríamos decir televisión, ya que su mundo es parecido al nuestro podemos llevar gran parte de palabras al suyo pero solo como aproximaciones, así que señores y caballeras pásenselo bien jugando y esperemos no disgustar a la audiencia.


    #Aburrimientononstop

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  2. En ambas películas, los protagonistas "viven en dos realidades". En el show de truman, observan la vida de una persona como si de un reality show se trataseny llega un momento en el cual se da cuenta de que todo es mentira, su mujer es una actriz,sus amigos no le quieren... Y se da cuenta de que su "realidad" era realmente falsa y existe otra fuera, pero... Y si fuera de esa nueva realidad existe otra?
    Mi nueva version del cuento de Platón es la imagen que tenia yo de Dios de muy pequeño. Consistia en un hombre con barba que tenia una bola del mundo y se dedicaba a meter a sus playmobils(clips también llamados) en el mundo y les daba consejos sobre que hacer en cada momento y ahora lo pienso y creo que la religión consiste a grandes rasgos en eso, en seguir lo que un grupo de curas,profetas,imanes o pastores digan y eso no es vivir nuestra vida, si no la de otros.

    Pd:Debería volver a ver matrix jajaja

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    1. Interesante versión, Raúl. Los playmobils somos nosotros, claro.

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    2. Interesante versión, Raúl. Los playmobils somos nosotros, claro.

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  3. La única conclusión verdadera que saco de todo esto es que las apariencias engañan y que a lo mejor estamos convencidos de que la realidad es el mundo en el que vivimos, pero puede ser que estemos equivocados porque a veces este mundo que para nosotros es real resulta absurdo.
    Actualmente hay tribus que viven en la selva desconectados de toda civilización y no conocen más allá de lo que viven, ¿Qué pensarían si los lleváramos por ejemplo a París? ¿Pensarían que están en un sueño?

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  4. La conclusión que llego es que la verdad es tan fácil de camuflar que cual quiera creando una realidad alternativa al resto del `Mundo´ podríamos hacer que mi verdad sea nuestra verdad, esto es posible haciendo por ejemplo un régimen como en Corea del Norte, que para el resto del mundo es un régimen sin escrúpulos pero para la población local es algo digno de venerar

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