viernes, 22 de febrero de 2013

Entrevista con el materialista...


Hace poco, en una tenebrosa noche, un conocido mío (P) que bajaba a los niveles inferiores de la caverna fue asaltado por un materialista (M), que se le quedo observando con cara de querer hacer experimentos con él. Intentó defenderse dialogando con el tipo, y he aquí el resultado (según quedó grabado en las cámaras de seguridad).


P. Así que, dice Ud., que la realidad es...

M. ...La realidad es lo que dice la ciencia: las partículas, las moléculas, los planetas, los cerebros.. En fin: lo que se puede ver y experimentar científicamente. ¡Estamos en el siglo XXI! Por suerte, nuestros conocimientos se han liberado ya del yugo de la religión y la filosofía. Lo único que importa son los datos objetivos.
P. ¿Qué son los “datos objetivos”?
M. ¡Los hechos! Lo que vemos que ocurre en los experimentos y en observaciones precisas. Por ejemplo, que el agua hierve a cien grados o que la Tierra gira alrededor del Sol.
P. ¿Pero cómo sabemos que lo que vemos es objetivo? ¿No dice la ciencia que “ver” es una actividad mental y, por tanto, subjetiva?
M. En efecto. Por eso, las observaciones y experimentos exigen más de un observador. Si todos decimos que vemos lo mismo, lo que se ve es entonces objetivo, o lo más objetivo posible.
P. Perdone la insistencia, pero: ¿cómo sabemos que hay otros observadores?
M. Eso es un hecho indiscutible para cualquier persona sensata.
P.  ¿El hecho de que hay otros observadores significa que “vemos” que hay otros observadores?
M. Sí.
P. O sea: que la visión del científico no es subjetiva porque es compartida por otros científicos, lo cual es verdad porque yo, subjetivamente, lo veo. ¿No le parece esto un tanto discutible desde un punto de vista lógico?
M. Tal vez, pero yo no estoy hablando de lógica.
P. Aunque sí con lógica, suponemos... Pero dejemos eso. Le hago otra pregunta. ¿Cómo podemos estar seguros de que lo que ven esos otros observadores es lo mismo que vemos nosotros?
M. Pues porque nos lo dicen, claro.
P. ¿Y no podrían engañarnos?
M. Hombre, hemos de suponer que son honestos.
P. Pero, ¿y si se equivocan e interpretan mal lo que ven?
M. También hemos de suponer que son expertos y saben lo que ven.
P. O sea, que la ciencia no depende del ver, sino del saber lo que se ve. 
M. Eso es.
P. Pero a la vez, el saber depende de los datos, es decir, de lo que vemos.
M. Sí. ¿Y qué?
P. Pues que entonces resulta que lo que vemos es verdadero porque hay otros que también dicen que lo ven, y de los que nos fiamos porque son buenos y sabios, pero resulta que lo que les hace sabios es lo que ven y lo que dicen otros, buenos y sabios, que ven, los cuales son sabios porque... 
M. Bueno, yo solo he dicho que la ciencia se basa en hechos lo más objetivos posibles, no en una objetividad absoluta, eso es imposible.
Además, no olvide que el saber científico también utiliza la lógica, y no solamente los ojos. Con la lógica, por ejemplo, aprendemos que existen reglas o leyes generales. Por ejemplo, cuando observamos y medimos, una y otra vez, lo que pasa cuando tiramos algo al suelo, la lógica nos permite inferir la ley de la gravedad. Eso se llama inducción. Y conociendo la ley podemos deducir lo que tendría que pasar si ahora mismo salto por la ventana.
P. ¿Y si no pasa?
M. Si no pasa es que el mundo ha cambiado y hay que cambiar la ley, o bien que el mundo sigue siendo el mismo pero la ley era falsa, y entonces los que tenemos que cambiar somos nosotros, los científicos.
P. ¿Entonces las leyes cambian?
M. Claro, como todo en este mundo.
P. O sea, que las leyes son parte de este mundo que vemos.
M. No hay otro, muchacho.
P. ¿Y pueden explicar el mundo siendo parte de lo que explican?
M. ¿Por qué no?
P. No sé, yo creía que la ley de la gravedad, por ejemplo, estaba en todos los lugares en que se caen las cosas al suelo. Pero claro, si resulta que esa ley es una cosa más del mundo solo podrá estar en un lugar concreto.  
M. A ver, las leyes no son como las demás cosas, son... nombres que les ponemos a ciertas repeticiones que ocurren en el mundo. Las cosas siempre se caen igual, y a eso le damos el nombre de gravedad, o de "ley de la gravedad".
P. Entonces, ¿hay cosas en este mundo que son siempre igual? Yo creía que en el universo todo estaba cambiando y moviéndose en el tiempo.
M. Y es cierto. Pero aunque todo cambie y se mueva, algunas cosas se repiten. Si no existieran esas repeticiones o regularidades no podríamos explicar nada con nuestras leyes. 
P. Pero si las cosas se repiten es que hacen lo mismo, y si hacen lo mismo es que lo que hacen no cambia, luego hay cosas que no cambian en este universo cambiante.
M. No, no hacen exactamente lo mismo, sino cosas parecidas.
P. Pero si dos cosas se parecen es que se parecen en algo en que son lo mismo, ¿no es así?
M. No lo creo. Lo que se parece no es lo mismo, solo lo parece.
P. Mmm... ¿Entonces las leyes se basan en apariencias?
M. Tal vez. 
P. Vale. Dejemos esto. Entonces, según tú, todo cambia.
M. Según la ciencia, todo cambia, todo está sujeto al tiempo, y al espacio, por lo que todo tiene cuerpo, extensión, materia...
P. ¿También las ideas que pensamos o los sentimientos y deseos que tenemos?
M. También. Todo eso son cosas muy complejas que ocurren en ese trocito misterioso de materia que es nuestro cerebro. ¿No has visto que si alteramos la química del cerebro tomando, por ejemplo, alguna pastilla, nuestras ideas y sentimientos pueden cambiar, como cuando tratamos a alguien deprimido?
P. ¿Y qué pasaría si modificáramos con química nuestras ideas y teorías sobre la química?
M. Jajaja... Pues pasaría que nuestras teorías químicas estarían deformadas y serían seguramente falsas a partir de entonces. Pero las regularidades químicas del universo seguirían siendo las que son.
P. Vale. Sigamos. La ciencia dice que la realidad es cambiante, temporal, espacial, corpórea, etc. Pero algunos filósofos parecen haber demostrado que ninguno de estos rasgos es un hecho visible y, además, que ninguno de ellos soporta una prueba lógica.
M. ¿Y cómo es eso? 
P. Pues afirman, por ejemplo, que no es lógico que la realidad sea algo cambiante, pues entonces nada mantendría su identidad, ni partículas, ni moléculas, ni nada. Afirman, además, que el propio cambio o el movimiento no se pueden observar, pues no podemos observar algo sin darle una cierta fijeza o estabilidad, como pasa con las fotografías...El resto de los argumentos los puede usted leer en este mismo blog, en las cinco entradas anteriores...
M. Vaya. Muy ingenioso. Pero aquí habría mucho que discutir. De entrada, este argumento puede volverse en contra de esos filósofos que citas. Pues está claro que todo eso lo han pensado y que, por tanto, algo se ha “movido” en sus cabezas, ¿no? Dicho de otro modo: su argumento supone pasar de una ideas a otras. ¿Y no implica esto movimiento?...
P. Buena respuesta. Aunque ellos dirían que los argumentos no se mueven en sí mismos, solo se mueve nuestra mente al pensarlos.
M. ¡Todo lo que contiene este Universo se mueve! Por tanto, también se mueven y cambian los argumentos.
P. ¿Este suyo también?
M. También.
P. Por lo tanto, tal vez mañana cambies de opinión y descubras que tu teoría es falsa.
M. Eso es.
P. Y que nada cambia.
M. ¡Sería todo un cambio en mi manera de pensar!
P. Finalmente. ¿Qué opinas de la afirmación de que cosas tales como el tiempo, el espacio, el cambio y otras por el estilo, no se pueden “ver”?
M. Bueno, el tiempo, el espacio o el cambio, tal vez sean el modo en que entendemos las cosas son supuestos bajo los que entendemos las cosas que vemos, pero ellos en sí mismos no los vemos, porque en sí mismos no son “cosas” como las demás.
P. ¿En qué sentido son entonces “cosas” o realidades? No parecen que sean físicas, si no se pueden ver, y sin embargo usted afirma que son propiedades fundamentales del mundo físico. ¿En qué consiste entonces el mundo físico y cambiante que usted defiende? Si lo cambiante no es físico porque no se ve, y lo físico no es del todo cambiante porque entonces no podríamos explicar la existencia de cosas estables y de las regularidades y estructuras a las que se refieren las leyes. ¿Cómo justificar su teoría?
M. Creo que usted simplifica demasiado las cosas. Todo eso es un misterio que habrá que resolver.
P. Espero que no tenga usted que ponerse a filosofar. ¡En pleno siglo XXI!on la lógica?
P. Bueno, ellos dicen que con los dos métodos. Por ejemplo. Afirman que no es lógico que la realidad sea algo cambiante, pues entonces nada mantendría su identidad, ni partículas, ni moléculas, ni nada. Afirman, además, que es un hecho experimentable que el propio cambio o el movimiento no se pueden observar, pues no podemos observar algo sin darle una cierta fijeza o estabilidad, como pasa con las fotografías...El resto de los argumentos los puede usted leer en este mismo blog, en las cinco entradas anteriores...
M. Vaya. Muy ingenioso. Pero aquí habría mucho que discutir. De entrada, este argumento puede volverse en contra de esos filósofos que usted cita. Pues está claro que todo eso lo han pensado y que, por tanto, algo se ha “movido” en sus cabezas, ¿no? Dicho de otro modo: su argumento supone pasar de una ideas a otras. ¿Y no implica esto movimiento?...
P. Buena respuesta. Aunque ellos dirían que los argumentos no se mueven en sí mismos, solo se mueve nuestra mente al pensarlos.
M. ¡Todo lo que contiene este Universo se mueve! Por tanto, también se mueven y cambian los argumentos.
P. ¿Este suyo también?
M. También, pero no tanto como para que me lleve usted donde me quiere llevar...
P. Está bien. Imaginemos que todo está constantemente cambiando. Esto supone que no hay nada permanente en el Universo, nada es lo mismo de un instante a otro, las cosas, las relaciones entre ellas: todo cambia constantemente. ¿No es esto una viva imagen del caos?
M. Eso parece. Y sin embargo, algún tipo de estabilidad ha de existir en esta realidad permanentemente cambiante. No puede ser puro caos. Si así fuera, nuestras leyes no podrían explicarla como lo hacen.
P. ¿Hay entonces cosas estables en un Universo donde todo cambia? ¿No es esto una contradicción?
M.. No es fácil de explicar. Pensemos, por ejemplo, en un serie de cambios o movimientos que se repiten, como el movimiento orbital de un planeta o de un electrón. Esto generaría una cierta estabilidad “móvil”, por así decir, y, por tanto, una cierta permanencia, con lo cual ya habría cosas, regularidades, etc.
P. ¿Pero si un fenómeno se repite es el mismo fenómeno o es otro? ¿Cada vez que llueve es la misma lluvia o es otra? Además, esas repeticiones, para serlo, tendrán que reproducir en cada ocasión un mismo patrón de movimientos, una misma “forma” estable. En cualquier caso, usted reconoce que existe la estabilidad en un Universo dónde no todo puede ser, por tanto, cambiante.
M. Así es. Lamento violentar su cuadriculada e inflexible lógica.
P. ¿También las leyes físicas, por ejemplo las que explican cómo cambian las cosas, permanecen invariables mientras todo cambia a su alrededor?
M. En cierto modo sí. Al menos en tanto la teoría que las contiene sea mantenida como verdadera por la comunidad científica.
P. ¿Y si se demuestra que era falsa, no se habrá demostrado también que siempre lo fue, invariablemente, aunque no nos diéramos cuenta antes?
M. No, eso no se puede demostrar. Nuestra ciencia nunca será tan precisa como para afirmar eso.
P. ¿Nunca? Es decir, que la ciencia es invariablemente falible. ¿No hay ya demasiadas cosas invariables en su Universo cambiante?
M. Aparentemente sí. Pero todo esto no nos obliga a pensar que ha de existir un mundo ideal y trascendente, ajeno a este Universo espacio temporal que observamos. Eso es aún más insensato. Así que los filósofos tendrán que buscar otra solución a este problema.
P. Finalmente. ¿Qué opina de la afirmación de que cosas tales como el tiempo, el espacio, el cambio y otras por el estilo, no se pueden “ver”?
M. En cierto modo es razonable. El tiempo, el espacio o el cambio son supuestos bajo los que entendemos las cosas que vemos, pero ellos en sí mismos no los vemos, porque en sí mismos no son “cosas” como las demás.
P. ¿En qué sentido son entonces “cosas” o realidades? No parecen que sean físicas, si no se pueden ver, y sin embargo usted afirma que son propiedades fundamentales del mundo físico. ¿En qué consiste entonces el mundo físico y cambiante que usted defiende? Si lo cambiante no es físico porque no se ve, y lo físico no es del todo cambiante porque entonces no podríamos explicar la existencia de cosas estables y de las regularidades y estructuras a las que se refieren las leyes. ¿Cómo justificar su teoría?
M. Creo que usted simplifica demasiado las cosas. Todo eso es un misterio que habrá que resolver.
P. Espero que no tenga usted que ponerse a filosofar. ¡En pleno siglo XXI!



 se refiere a lo mismo que vemos nosotros?
M. Yo creo que esos casos extremos son ocurrencias de filósofos. En general, todos los que usan el término español “primer piso” lo hacen para referirse a lo mismo. La prueba es que solemos entendernos perfectamente en los ascensores. Pero volvamos a la lógica. Yo no niego que ésta juegue un papel importante en la ciencia. La lógica nos permite generalizar a partir de varias observaciones particulares y construir así una ley general. Y también deducir de una ley general aquello que debería observarse caso de ser cierta dicha ley.
P. ¿Quiere usted decir que la lógica o las matemáticas son cosas verdaderas aunque no las veamos?
M. No las vemos todavía. Algún día las observaremos en el cerebro, que es donde nacen y ocurren.
P. ¿Entonces llegarán a ser las matemáticas una rama de la neurología? ¿Se demostraran entonces los teoremas más difíciles mediante cirugía?
M. Eso es una exageración. Lo que sí es cierto es que entre las estructuras matemáticas y las estructuras biológicas y neuronales ha de existir algún tipo de paralelismo.
P. ¿Cómo podrían compararse cosas tan distintas como las ecuaciones y las neuronas? Y otra cuestión: ¿El mundo estaba determinado por leyes matemáticas y lógicas antes de que hubiera neuronas en ese mismo mundo? Por ejemplo: ¿Dos átomos más dos átomos no eran cuatro átomos hace mil millones de años, cuando aún no había cerebros en el Universo?
M. Las matemáticas y la lógica son una creación cultural. Otra cosa es que se refieran a algo real presente en la naturaleza: ciertas regularidades y estructuras que podemos comprender gracias, precisamente, a las matemáticas y la lógica.
P. Bien. Volvamos al tema principal, si me permite. Usted afirma que la realidad es lo que dice la ciencia que es real. Y lo que dice la ciencia (a diferencia de lo que dice la religión o la filosofía) es cierto porque se basa en datos (o hechos) y en la lógica. ¿Me equivoco?
M. Lo ha resumido usted muy bien.
P. Veamos, si me permite, algún ejemplo. La ciencia afirma que la realidad es en sí misma plural, extensa o corpórea, espacio temporal, cambiante, etc. Pero algunos filósofos parecen haber demostrado que ninguno de estos rasgos es un hecho visible y, además, que ninguno de ellos soporta una prueba lógica.
M. ¿Y cómo pretenden haber demostrado tamaña cosa? ¿Con hechos o sólo con la lógica?
P. Bueno, ellos dicen que con los dos métodos. Por ejemplo. Afirman que no es lógico que la realidad sea algo cambiante, pues entonces nada mantendría su identidad, ni partículas, ni moléculas, ni nada. Afirman, además, que es un hecho experimentable que el propio cambio o el movimiento no se pueden observar, pues no podemos observar algo sin darle una cierta fijeza o estabilidad, como pasa con las fotografías...El resto de los argumentos los puede usted leer en este mismo blog, en las cinco entradas anteriores...
M. Vaya. Muy ingenioso. Pero aquí habría mucho que discutir. De entrada, este argumento puede volverse en contra de esos filósofos que usted cita. Pues está claro que todo eso lo han pensado y que, por tanto, algo se ha “movido” en sus cabezas, ¿no? Dicho de otro modo: su argumento supone pasar de una ideas a otras. ¿Y no implica esto movimiento?...
P. Buena respuesta. Aunque ellos dirían que los argumentos no se mueven en sí mismos, solo se mueve nuestra mente al pensarlos.
M. ¡Todo lo que contiene este Universo se mueve! Por tanto, también se mueven y cambian los argumentos.
P. ¿Este suyo también?
M. También, pero no tanto como para que me lleve usted donde me quiere llevar...
P. Está bien. Imaginemos que todo está constantemente cambiando. Esto supone que no hay nada permanente en el Universo, nada es lo mismo de un instante a otro, las cosas, las relaciones entre ellas: todo cambia constantemente. ¿No es esto una viva imagen del caos?
M. Eso parece. Y sin embargo, algún tipo de estabilidad ha de existir en esta realidad permanentemente cambiante. No puede ser puro caos. Si así fuera, nuestras leyes no podrían explicarla como lo hacen.
P. ¿Hay entonces cosas estables en un Universo donde todo cambia? ¿No es esto una contradicción?
M.. No es fácil de explicar. Pensemos, por ejemplo, en un serie de cambios o movimientos que se repiten, como el movimiento orbital de un planeta o de un electrón. Esto generaría una cierta estabilidad “móvil”, por así decir, y, por tanto, una cierta permanencia, con lo cual ya habría cosas, regularidades, etc.
P. ¿Pero si un fenómeno se repite es el mismo fenómeno o es otro? ¿Cada vez que llueve es la misma lluvia o es otra? Además, esas repeticiones, para serlo, tendrán que reproducir en cada ocasión un mismo patrón de movimientos, una misma “forma” estable. En cualquier caso, usted reconoce que existe la estabilidad en un Universo dónde no todo puede ser, por tanto, cambiante.
M. Así es. Lamento violentar su cuadriculada e inflexible lógica.
P. ¿También las leyes físicas, por ejemplo las que explican cómo cambian las cosas, permanecen invariables mientras todo cambia a su alrededor?
M. En cierto modo sí. Al menos en tanto la teoría que las contiene sea mantenida como verdadera por la comunidad científica.
P. ¿Y si se demuestra que era falsa, no se habrá demostrado también que siempre lo fue, invariablemente, aunque no nos diéramos cuenta antes?
M. No, eso no se puede demostrar. Nuestra ciencia nunca será tan precisa como para afirmar eso.
P. ¿Nunca? Es decir, que la ciencia es invariablemente falible. ¿No hay ya demasiadas cosas invariables en su Universo cambiante?
M. Aparentemente sí. Pero todo esto no nos obliga a pensar que ha de existir un mundo ideal y trascendente, ajeno a este Universo espacio temporal que observamos. Eso es aún más insensato. Así que los filósofos tendrán que buscar otra solución a este problema.
P. Finalmente. ¿Qué opina de la afirmación de que cosas tales como el tiempo, el espacio, el cambio y otras por el estilo, no se pueden “ver”?
M. En cierto modo es razonable. El tiempo, el espacio o el cambio son supuestos bajo los que entendemos las cosas que vemos, pero ellos en sí mismos no los vemos, porque en sí mismos no son “cosas” como las demás.
P. ¿En qué sentido son entonces “cosas” o realidades? No parecen que sean físicas, si no se pueden ver, y sin embargo usted afirma que son propiedades fundamentales del mundo físico. ¿En qué consiste entonces el mundo físico y cambiante que usted defiende? Si lo cambiante no es físico porque no se ve, y lo físico no es del todo cambiante porque entonces no podríamos explicar la existencia de cosas estables y de las regularidades y estructuras a las que se refieren las leyes. ¿Cómo justificar su teoría?
M. Creo que usted simplifica demasiado las cosas. Todo eso es un misterio que habrá que resolver.
P. Espero que no tenga usted que ponerse a filosofar. ¡En pleno siglo XXI!


¿Qué os ha parecido? Si tenéis algo que comentar estáis en vuestra caverna...

15 comentarios:

  1. Desde mi punto de vista, desde el principio de la entrevista se observa como a muchas preguntas que se le hacen al materialista el no las sabe contestar o las evade sin más, es más no sabe contestar lógicamente a las cosas que se le pregunta, siempre pone ejemplos o lo explica desde un punto de vista científico sin pararse a pensar que antes de poder explicar ésto se debería utilizar la lógica para hacerlo. Pienso que se contradice demasiado en sus respuestas porque como se le dice que el espacio, el tiempo, la forma etc no es visible y sin embargo el denomina la realidad física o material y si la realidad fuera así como el dice el tiempo, el espacio, el cambio, la forma...todo eso lo podríamos ver todos, y sin embargo no...no vemos nada. ¿Son reales estas cuestiones? Sí, si que que lo son pero ni mucho menos son físicas, es algo que el ser humano lo ha denominado así para poder ajustar su vida a tiempo, a colocar sus ideas y objetos en un espacio, para poder dar respuesta a los deterioros de las cosas... pero esto no quiere decir ni mucho menos que sea material. Por eso sigo sosteniendo que la teoría del materialista no tiene ni pies ni cabeza, se contradice cada dos por tres y no puede responder en cuanto a esta entrevista a preguntas tan lógicas como se le hacen al final...es cuando se ve entonces que es una teoría un tanto rara...

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    1. Ok, Sara. ¿Pero no te parece también raro que haya tanta gente, incluso filósofos, materialistas?

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  2. Estos filosofos hacen pensar, que frescos.
    De todos modos, a ver, si, las cosas cambian pero no todas, como que ahora estoy escribiendo esto, no va a cambiar solo el tiempo en el que lo escribi. El materialista evade porque no sabe como responder a esas preguntas tan rebuscadas.

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    1. ¿Rebuscadas? Bueno, sí, tal vez. Pero también interesantes, creo. ¿Podría un ser humano vivir feliz sin hacerse estas preguntas? Tal vez. Pero ¿viviría una vida igual de plena y profunda?...

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  3. El materialista evade porque no sabe responder a ciertas preguntas,sin embargo, el filosofo solo hace mas que preguntar y no responder,al menos desde mi punto de vista.El materialista responde a ciertas preguntas y dice que en un futuro tal vez podamos saber ciertas respuestas a ciertas preguntas que hoy en día, en pleno siglo XXI, nos hacemos, pues en el siglo XIII no se sabia que la Tierra era redonda y siglos después se demostró que si.Yo pienso que seguramente, como la pregunta de que si la Tierra es redonda o no, ha habido muchas preguntas que con el paso del tiempo se han demostrado sus respuestas, nadie puede decir en pleno siglo XXI , que esta cien por cien seguro de que el tiempo es material y que no lo podemos ver, ahora lo usamos como concepto para poder entender ciertas cosas y usarlo, como dice el materialista en la historia, pero quizás mañana se demuestre que si se puede ver, que es materia y que se puede demostrar que ha estado ahí.
    De todas formas,este tipo de entradas,al no tener la suficiente información, me cuesta mucho comentarlas y la verdad es que me gustaría saber más sobre ciertos campos para poder defender mi postura sin miedo a equivocarme.

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    1. Tienes mucha razón, Rodrigo. El filósofo no hace más que preguntar (¡qué pesado!). Pero fíjate que los problemas que plantea son lógicos (no empíricos). Es decir, tal vez no se resuelvan por mucha más información que se consiga (o que consigas tú investigando por tu cuenta), porque si algo es imposible, es imposible siempre, ¿no? Como los círculos cuadrados.

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  4. Desde mi punto de vista, el materialismo no es posible y lo pienso desde antes de empezar esta clase, está claro que las ideas no tienen cuerpo.

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    1. Ok. Por tanto no están en ningún sitio, ¿no? O dí tu, qué tipo de realidad tienen, "dónde" están. Además, cómo, si no tienen cuerpo, pueden las ideas mover mi cuerpo (como cuando se me mete en la cabeza la idea de que he de levantarme de la cama para ir a clase y voy y, por mucho que me cueste, me levanto)

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    3. ¿Por que estás tan seguro de que hacemos todo eso? Hay gente muy segura de haber visto a la virgen. Y si no hiciésemos eso como tal, solo fuésemos ideas que manifiestan cosas y lo hacen así. Y ¿como va a haber un donde donde esta ese donde? ¿Donde está la verdad? Y no existe?

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    4. El materialista te diría: estoy tan seguro porque lo veo, y no solo yo (a diferencia de lo de la visiones de la virgen). Y la "verdad" está, naturalmente, en nuestras cabezas o cerebros. O, mejor, en la coincidencia entre nuestros cerebros (nuestros pensamientos) y lo que vemos que ocurre. Lo de las ideas que "manifiestan cosas y hacen" no lo entiendo. ¿Qué va a hacer una idea? Hacer hacen mis manos, o mis pies, movidos, eso sí, por ideas (aunque no siempre, a veces actúan por instinto, o por emociones o... ¿por capricho?)

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  5. El materialista no sabe responder a muchas de las preguntas e intenta explicarlas con ejemplos o de forma científica. También se contradice en sus propias respuestas lo que significa que no puede defenderse a ciertas preguntas porque ni el propio materialista sabe cual es su respuesta.

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  6. opino que el materialista no sabe responder a las preguntas y las evade al igual que el otro no para de hacer preguntas pero no sabe las repuestas, desde mi punto de vista los dos fallan en algo,los dos pueden resolver los problemas y contestar las preguntas perfectamente porque las dos posturas podrian ser correctas puesto que no sabemos la verdad de como funcionan las cosas en realidad el problema no viene en la respuesta sino en la pregunta no sabemos hacernos las preguntas adecuadas y si las preguntas que nos hacemos estan mal planteadas,eso cambiaria totalmente la respuesta que vamos a dar.

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  7. Ok, almirante, muy inteligente tu respuesta. Ahora bien: ¿cuál crees tú que sería la pregunta adecuada?

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